En un mundo de constantes cambios con nuevas tecnologías y productos innovadores surgiendo cada vez más cerca uno detrás del otro, internet de fácil acceso a todo tipo de público y cada vez más personas conectadas entre sí, el Internet de las Cosas (IoT) nos ha permitido enlazar ya no solo personas, también servicios e información. Hace no tantos años pedir una pizza hasta tu domicilio parecía algo fuera de este mundo, hoy tenemos acceso a múltiples servicios especializados e información de todo tipo sin levantarnos del sillón.
Ahora la reciente pandemia nos dio un nuevo reto, reducir aún más nuestras actividades presenciales, algo que en la industria parecería imposible y económicamente inviable. Como si no fuera suficiente, toda actividad presencial debe tener medidas de higiene, distancia y ventilación, por mencionar algunas, medidas que deberemos mantener aún terminada la pandemia, todo esto nos genera un par de preguntas ¿Podemos realizar ciertas actividades específicas remotamente en la industria? ¿Tendremos espacios de trabajo, esparcimiento o escuelas seguras para un retorno a actividades? Hay una tecnología que puede ayudarnos a responderlas, LoRaWAN, una tecnología de largo alcance y bajo consumo, hablemos un poco de ella.
¿Qué es LoRaWAN?
LoRaWan nace a raíz de LoRa, que es una tecnología inalámbrica patentada por Semtech, una importante empresa fabricante de chips de radio. LoRaWAN es un protocolo de red que usa la tecnología LoRa para redes de baja potencia y área amplia, empleado para comunicar y administrar dispositivos LoRa. El protocolo LoRaWAN se compone de gateways y nodos:
- Gateways (antenas): Son los encargados de recibir y enviar información a los nodos y al usuario.
- Nodos (dispositivos): Son los dispositivos finales (sensores y actuadores) que envían y reciben información hacia el Gateway.

LoRaWAN cuenta con grandes ventajas, por ejemplo:
- Conexiones bidireccionales seguras mediante encriptación de extremo a extremo.
- Bajo consumo de energía (duración de las baterías de hasta 10 años).
- Largo alcance de comunicación (por encima de los 10km).
- Conexión de infinidad de sensores y equipos a redes públicas o privadas (hasta 1 millón de nodos en red).
- Bajas velocidades de datos.
- Baja frecuencia de transmisión, movilidad y servicios de localización.
- Interoperabilidad de las diversas redes LoRaWAN en todo el mundo.
Además, podemos visualizar toda la información obtenida de forma gráfica y dinámica, esto gracias a múltiples plataformas y fabricantes

Todo implementable en múltiples áreas como:
- Agricultura, permitiéndonos medir la calidad de la luz o el suelo y así controlar el riego.
- Industria, monitoreando la temperatura de áreas controladas y realizar acciones desde una zona segura.
- Ciudades inteligentes, controlando luminarias, semáforos y demás señalamientos o realizando mediciones atmosféricas que se recopilan en tiempo real.
- Edificios inteligentes, detectando violaciones de seguridad o niveles de iluminación adecuados para el trabajo.
Abordemos un ejemplo bajo una circunstancia actual…
El retorno a clases presenciales. Estudios recientes muestran que si bien no hay forma de saber la presencia de un virus (específicamente el SARS-COV-2) en un espacio cerrado, si podemos tener una idea de la calidad y ventilación del aire midiendo los niveles de CO2 del mismo. Sin embargo, ¿Cómo saber si el aula de su hijo está siendo debidamente ventilada? Por supuesto existe un compromiso por parte de las escuelas y maestros a mantener medidas adecuadas, pero si deseamos constatar que algo que ha resultado tan importante como la ventilación es espacios cerrados es la adecuada, necesitaremos alguna solución que nos permita seguir con nuestras actividades cotidianas y al mismo tiempo permita que las clases surjan con fluidez.
Milesight por ejemplo, un fabricante de productos IoT, ha desarrollado un sensor capaz de medir no solo los niveles de CO2 en un área, detecta temperatura, humedad, nivel de iluminación, presión barométrica, presencia y partículas volátiles orgánicas, todo en un dispositivo más pequeño que un celular, a batería con duración de hasta dos años e inalámbrico a través de LoRaWAN, además ofrece un servicio de nube para monitoreo tanto WEB como para dispositivos móviles, una escuela podría colocar un sensor en cada salón y compartir el estatus en tiempo real con cada padre de familia y no solo eso, puede programar una alarma automática que al detectar niveles altos de CO2 en un salón cada padre de familia de un niño en ese salón sería notificado automáticamente, incluso activar de forma inmediata sistemas de ventilación artificiales, todo esto sin la intervención de una sola persona.

Productos así facilitan el monitoreo de forma remota al hacerlo desde una APP, reducen el mantenimiento por su larga duración en batería y lo mas importante, ofrecen una solución a una problemática global.
La visión de Internet de las cosas es que la tecnología sirva como una herramienta para nuestro bienestar, promoviendo eficiencia, productividad e incluso la salud. Lo que parecía un sueño lejano cada vez está más cerca y al alcance de todos.